Semana Internacional de la Seguridad Vial: En la vía, todos somos responsables
La Semana Internacional de la Seguridad Vial nos brinda una oportunidad crucial para reflexionar sobre nuestras acciones y actitudes en la vía pública. Entendemos que los accidentes de tráfico no son eventos fortuitos, sino el resultado de complejas interacciones entre el entorno, el vehículo y, fundamentalmente, el comportamiento humano. Debemos reconocer que tanto peatones como conductores desempeñan un papel activo en la prevención de incidentes, y que la responsabilidad individual es el primer paso hacia un entorno vial más seguro.
La Fundación Saber Beber, trabajando en uno de sus pilares fundamentales: la cero tolerancia al manejar si ha consumido bebidas alcohólicas, ha realizado diferentes actividades de sensibilización con una estrategia de juegos lúdicos, activaciones con Semaforín y charlas en eventos de consumo o culturales, visitas a empresas, comunicación en su ecosistema digital y campañas para temporadas como navidad y carnavales en alianza con la ATTT y la Policia Nacional respectivamente, llevando un mensaje positivo y educativo a toda la población.
En el marco de la semana internacional de la seguridad vial, del 10 al 16 de mayo de 2025, se realizará una gira de medios en donde por medio de entrevistas en radio, prensa, notas blog y televisión, se enviarán a los consumidores mensajes que ayuden a construir un entorno más seguro en las vías, como también un Foro Interseccional para la Seguridad Vial, allí participarán los diferentes protagonistas como la Policía Nacional y la Alianza por la Seguridad Vial, en donde los diferentes actores expondrán sus experiencias y buenas prácticas en el tema.
Finalmente, la prevención del consumo de bebidas embriagantes antes o durante la conducción es una pieza fundamental para la seguridad de todos, entendiendo que solos o con amistades no podemos permitir que alguien en estado etílico maneje un auto, al igual que el uso del teléfono móvil, ya sea para hablar o para enviar mensajes, desviando nuestra atención de la tarea de conducir, aumentando exponencialmente el riesgo de colisiones. Sabemos que la atención es un recurso limitado, y que dividirla entre múltiples tareas disminuye nuestra capacidad de reacción y nuestra percepción del entorno. Por ello, insistimos en la importancia de eliminar cualquier copa o posible distracción al volante, priorizando la concentración y responsabilidad en la conducción como un acto de autocuidado y de respeto a la vida.